martes, 3 de diciembre de 2013

Fernando Fernán-Gómez

Lima, Perú, 28/VIII/1921 – Madrid, 21/XI/2007

Escritor, actor y director teatral y cinematográfico. Fue miembro de la Real Academia Española desde el año 2000 hasta su fallecimiento.
Nació en la capital peruana ya que su madre, la actriz Carola Fernández Gómez, se encontraba de gira teatral con la compañía María Guerrero. A los pocos meses se traslada a Madrid, donde cursa el bachillerato e inicia la carrera de Filosofía y Letras. Su interés por el teatro le lleva a dejar sus estudios, comenzando su carrera de actor en 1938 en la compañía de Laura Pinillos. Allí conoce a Enrique Jardiel Poncela que le brinda un papel en una de sus obras. En 1943 es contratado por la productora CIFESA debutando en la película Cristina Guzmán, de Gonzalo Delgrás, iniciando así una prolífica carrera de actor de cine.
Ha trabajado a las órdenes de los más destacados directores del cine español: Edgar Neville, Carlos Saura, Mario Camús, Víctor Erice, Ricardo Franco, Manuel Gutiérrez Aragón, Jaime de Armiñán, Gonzalo Suárez, Juan Antonio Bardem o Luis García Berlanga.
A partir de la década de los cincuenta comienza a dirigir, realizando, entre el cine y televisión, numerosos títulos entre los que destacan Mi hija Hildegart (1977), Mambrú se fue a la guerra (1986) o El viaje a ninguna parte (1986), adaptación de una de sus novelas y un gran éxito, que consigue el Goya al mejor director y mejor guionista, y en esa misma edición, logra el Goya al mejor actor por Mambrú se fue a la guerra.
Como autor teatral destaca su obra Las bicicletas son para el verano (1978), por la que obtuvo el Premio Nacional Lope de Vega y adaptada al cine por Jaime Chávarri en 1983. Otras de sus obras son: La coartada (1972), Los domingos, bacanal (1980) o El pícaro.
Como novelista, destacan El viaje a ninguna parte (1986), El mar y el tiempo (1989), El ven-dedor de naranjas (1961), El mal amor (1987), entre otras. Sus memorias se titulan El tiempo amarillo (1990).
Su larga trayectoria profesional está jalonada de prestigiosos galardones, como el Premio Nacional de Teatro en 1985, el Premio Nacional de Cinematografía en 1989 o el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1995. En el 2000 recibió el Oso de Honor en el Festival Internacional de Cine de Berlín a toda su trayectoria, y en el 2001, la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. A su fallecimiento recibe, a título póstumo, la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio otorgada por el Gobierno de España.

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